En general, la frecuencia recomendada para limpiar tu microondas es al menos una vez por semana o cada dos semanas. Esto asegura que el microondas se mantenga limpio, higiénico y libre de acumulaciones de grasa, derrames de alimentos y olores desagradables.
Además de las limpiezas regulares, es importante limpiar de inmediato cualquier derrame o salpicadura que ocurra durante su uso, sin importar la frecuencia de uso. Esto evita que los residuos de alimentos se sequen y se vuelvan más difíciles de eliminar con el tiempo.
Un microondas limpio no solo es más higiénico, sino que también funciona de manera más eficiente y tiene una vida útil más larga. La limpieza regular previene la acumulación de grasa y la adhesión de restos de alimentos al interior, lo que podría afectar negativamente el sabor de los alimentos que cocines en él.
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